jueves, 21 de enero de 2016

UNA CARTA AL DESANIMADO.



Quizás nunca habías estado en una situación como la que estás pasando ahora. Es posible que te sientas solo y desanimado, pensando que de nada sirve lo que haces. 

No sientes la alegría que antes disfrutabas, hasta has pensado en cambiar de congregación. Ya no sientes que les importas a los hermanos de tu iglesia, ni sientes el mismo amor por la casa de Dios, al grado que ya casi no te congregas, y estás coqueteando con la tentación del diablo. ¿Hasta dónde piensas llegar?

Déjame decirte que estás en grave peligro. Te estás arriesgando mucho a perder todo lo que Dios hizo en tu vida. Será muy bueno que trates de recordar como fueron tus buenos tiempos en el evangelio, cuando te gozabas sirviendo al Señor, cuando derramabas tus lágrimas delante de Dios, o cuando dirigías los tiempos de alabanzas, tal vez te acuerdas como orabas para que el Señor te bendijera, y te ayudara para preparar el mensaje que predicaste. 



"Ya no sientes que les importas a los hermanos de tu iglesia, ni sientes el mismo amor por la casa de Dios, al grado que ya casi no te congregas, y estás coqueteando con la tentación del diablo. ¿Hasta dónde piensas llegar?"

¡Que bonito era!, cuando tenías tu mirada puesta en el Señor. ¡Que momentos mas gloriosos los que vivías! Ahora el Señor te dice: “Recuerda, por tanto, de donde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.” Ap. 2:5. 

Debes reconciliarte con el Señor, y él te volverá el gozo de la salvación, y su espíritu noble te sustentará.
   
Autor: Pastor Elid Magaña



No hay comentarios:

Publicar un comentario